Sin embargo, hay un mayor interés de los consumidores por conocer los procesos productivos y medidas de bienestar animal que se llevan a cabo en los sistemas de producción, incluyendo los compradores latinoamericanos[1],[2]. Por ello, el enfoque de elaboración de proteína animal no sólo debe limitarse a aumentar el número de especies de producción, sino también en ajustes para mejorar la eficiencia de dichos procesos.

 

Algunas de estas mejoras incluyen, la implementación de mecanismos para evaluar y monitorear el bienestar animal, el cual, se ha sugerido que tiene un impacto directo en la calidad de carne, leche y la sostenibilidad[3],[4].
 

El presente trabajo explora algunos métodos implementados en la industria sobre el bienestar animal, asimismo se presentarán evidencias sobre su eficacia y opinión pública.
 

La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA, antes OIE) define bienestar animal como: el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere, y hace referencia a las también conocidas como cinco libertades[5].
 

  • libre de hambre, de sed y de desnutrición;
  • libre de temor y de angustia;
  • libre de molestias físicas y térmicas;
  • libre de dolor, de lesión y de enfermedad;
  • libre de manifestar un comportamiento natural.

No obstante, la evaluación rutinaria del bienestar animal bajo la definición de la OMSA y las cinco libertades puede representar un reto para el productor. Es por ello que se han desarrollado programas de aseguramiento en este rubro, que busca evaluar y analizar los procesos y manejo que involucre animales, además de ofrecer indicadores comparativos para los trabajadores.
 

Programas de aseguramiento de bienestar animal
 

Existen diversos esquemas enfocados en asegurar el bienestar animal en la granja. Los estándares pueden estar basados en la normativa vigente dentro de cada país o seguir límites permisibles aún más exigentes que los mínimos descritos. Es importante considerar que aún no existe una homogeneización de estándares y cada región puede determinar los mínimos permitidos. No obstante, pueden existir criterios en común y deseables entre los programas de evaluación y/o certificación en este rubro. La mayoría de estos son voluntarios, pero la industria restaurantera y tiendas pueden exigir que algunos programas específicos sean cumplidos.
 

Estos consisten en la valoración de programas internos y políticas de bienestar de los productores que se evalúan mediante una serie de auditorías externas, las cuales se pueden llevar a cabo según los criterios del programa de certificación y requieren que el auditor cuente con una capacitación rigurosa y esté libre de cualquier conflicto con la empresa a auditar y/o el solicitante. A continuación, se describirán las características de los participantes y eventos en una auditoría de este tipo.
 

Características del programa de aseguramiento de bienestar animal
 

Al no existir un programa universal para asegurar el bienestar animal en diferentes granjas, regiones o países, se deben considerar algunos criterios básicos que debe incluir un esquema, según Main, et al. (2014) [6]:
 

  1. Este debe promover actividades que fomenten buenas prácticas enfocadas al bienestar animal en las diferentes granjas o unidades de producción participantes. Lo cual se puede realizar mediante la planificación de objetivos, implementación de mecanismos de supervisión, revisión de indicadores, y acciones correctivas para su mejora.
  2. El programa debe incluir mediciones basadas en recursos y resultados según la legislación correspondiente.
  3. Se debe enfocar en los principales retos de bienestar animal.


La mayoría de los programas de bienestar animal se enfocan mínimo alguno de los siguientes indicadores (25):
 

  • Indicadores basados en el ambiente: El responsable de la unidad de producción debe asegurar que el manejo e instalaciones, así como alimentación y bebida sean de acuerdo con las necesidades de la especie o fin zootécnico. 
  • Indicadores con base en animales: Son todas aquellas variables que se evaluan en el animal. Por ejemplo, condición corporal, comportamiento, estado de salud y/o demás parámetros fisiológicos. Todas las prácticas de manejo deben ser adecuadas para asegurar una buena relación humano-animal. 
  • Indicadores con base en registros: El objetivo es registrar cualquier evidencia de programa de salud, capacitación, parámetros de producción, abuso o negligencia, o enfermedad que indique el trato y cuidado hacia los animales.
     

Es importante identificar todos los criterios mencionados previamente para poder realizar una evaluación objetiva. La valoración debe ser también con base en resultados lo cual puede ser difícil de interpretar si no se cuenta con la experiencia suficiente. Por ejemplo, las evaluaciones que involucran el comportamiento de las aves pueden ser subjetivas si no se emplean los mismos criterios o se cuenta con diferentes experiencias para interpretar los resultados.
 

Existe una gran diversidad de programas de bienestar animal que pueden contar con un programa o herramientas para auditoría, pero debido a la gran variedad de interesados que realizan dichos programas los estándares y objetivos pueden ser diversos, como se mencionó previamente.
 

La OMSA invita a que los estándares privados desarrollen mecanismos de transparencia y que trabajen hacia una armonización entre estándares públicos y privados [7]
 

En general un programa de bienestar animal debe regirse por los siguientes principios de Main et al (2014)[6] :
 

  1. Programa dinámico de gerencia en bienestar animal: El programa debe ser proactivo además de poder promover una mejora continua.
  2. Estándares progresivos: Los estándares deben por lo menos cumplir con lo mínimo estipulado por la ley y buscar un programa de certificación relevante además de promover las áreas de mejora.
  3. Contar con pautas de evaluación predefinidas y promover cambios en el comportamiento: Es importante establecer prioridades y preocupaciones del bienestar animal previamente, así como promover el interés de los participantes en el programa para generar un cambio. Los programas deben ofrecer asesoría técnica, así como contar con criterios permisibles o no dentro de las evaluaciones.
  4. Participación de evaluaciones externas: A través de programas basados en evidencia se pueden desarrollar las evaluaciones e invitar a la participación de revisores (inspectores o auditores externos)
     

Los programas de bienestar animal deben evaluarse continuamente dentro de la empresa mediante auditorías internas, pero se recomienda ampliamente que los procesos también sean evaluados por otras áreas ya sea de la misma empresa o externas. 
 

Tipos de auditoría
 

  • Auditoría interna: Es realizada por el personal o equipo de la misma empresa,con el objetivo de revisar que se cumplan con los criterios de la herramienta o protocolo de auditoría y está en directa comunicación con los supervisores correspondientes.
  • Auditoría externa: Se realiza por proveedores de la empresa o por un organismo de certificación, respectivamente. El objetivo es revisar de manera sistemática y rigurosa el proceso para obtener evidencia suficiente y poder determinar que se cumplen con los criterios de auditoría y certificación.
     

Actualmente, existen diferentes cursos para capacitar auditores en bienestar animal para que puedan evaluar los procesos de manera interna o ejercer como auditores externos en programas de certificación en bienestar animal. 
 

Efectividad de un programa de bienestar animal